La Federación de Docentes Universitarios del Uruguay surge en 1964 con el objetivo de agrupar gremialmente a los docentes de la Universidad de la República, los cuales hasta entonces no se habían congregado en su totalidad en pos de la defensa de sus intereses. Como importante antesala se encuentra la creación en 1960 del Movimiento Coordinador de Docentes reseñado en La lucha por presupuesto y la organización gremial de los docentes universitarios: el Movimiento Coordinador de Docentes en la discusión presupuestal de 1960, que forma parte al igual que la presente nota de la historia de la Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR).
Sin embargo, el ámbito universitario no fue el único eje de preocupación de los docentes universitarios organizados bajo la FDUU. Desde su creación y durante las décadas de los 60 y comienzos de los 70, la Federación expresó un importante interés por las problemáticas de la educación en general de nuestro país, demostrando su solidaridad con los gremios docentes de la educación y aportando al debate acerca de la enseñanza media en el ámbito universitario.
La década de los 60 es caracterizada como una época de expansión de los movimientos sociales con una importante impronta juvenil, entre ellos la movilización estudiantil y vinculada a la educación en general. Al unísono los grupos de derecha que existían y surgen en este escenario posicionan a la educación y a la Universidad como un campo de disputa. En este contexto la discusión sobre la reforma educativa en la enseñanza media transversaliza la década y produce importantes enfrentamientos entre los distintos actores educativos y el Poder Ejecutivo. En este debate la concepción acerca de la autonomía se vuelve epicentro de las diferencias entre ambos.
En la Gaceta Universitaria de fines de 1969 se encuentra presente este debate. En la misma, se reivindica y defiende el carácter autónomo de la enseñanza universitaria y secundaria de nuestro país. En estas páginas se desestima el argumento de que la educación necesita sacrificar autonomía para lograr una mejor coordinación bajo la dirección del ministerio; si bien desde la Udelar se reconoce que la falta de coordinación hace mella en la educación, se plantea que es un problema a resolver de otras formas y un tema sobre el que la Universidad puede trabajar. Además, se pone en duda la verdadera intención del COSUPEN, planteando que busca ir más allá de la articulación y poniendo como ejemplo que el plan incluye dentro de sus tareas la de formación docente.
Posteriormente en 1970, bajo el gobierno de Jorge Pacheco Areco (1967-1972), se produce la intervención del Consejo de Secundaria. En este contexto la Federación de Docentes fue una de las organizaciones que promovió y participó del primer “Congreso de la Educación y la Cultura” realizado en mayo de 1970 y convocado por la Universidad de la República a nivel nacional. Para el encuentro elaboró un documento publicado en la Gaceta Universitaria en el cual menciona su honda preocupación por la intervención del Poder Ejecutivo en la enseñanza que, de la mano con el contexto represivo del gobierno, implicó una clara violación a las garantías constitucionales y la autonomía de la educación:
“La prohibición de la reunión de las salas de profesores, las arbitrarias sanciones impuestas a los miembros de la Comisión Permanente de la Asamblea de Profesores de Enseñanza Secundaria (Art. 40), la detención, amparada en las Medidas Prontas de Seguridad, de dirigentes de la Gremial de Profesores, anuncian ahora la instalación de un régimen de vigilancia y represión, para el cual se han hecho centenares de nombramientos, sin la menor garantía, reclutando en el nuevo ‘‘personal» docente y administrativo a matones y reconocidos elementos vinculados a grupos de extrema derecha de notoria actuación”.
El objetivo de este Congreso fue una apuesta por la educación y su transformación como palanca del desarrollo de un país en crisis. En palabras del Rector Óscar Maggiolo fue un “llamado a estudiar estos grandes temas, a contribuir a elaborar respuestas y definiciones programáticas generales” y una convocatoría a la movilización “de todas las fuerzas del país interesadas en la defensa del progreso, de la enseñanza pública y la cultura”. En el mismo documento preparado para el Congreso, la FDUU propone algunos planteamientos que refieren a la función docente tanto en la Universidad como en la educación media y continúan teniendo vigencia en la actualidad:
“Debe ser consigna de todo movimiento de defensa de la enseñanza, la investigación científica y la cultura, el crear ya, condiciones de trabajo que conserven en nuestro país, los docentes y científicos de gran nivel. Esto incluye no solamente los problemas salariales, sino y quizás en mayor grado la creación de condiciones de trabajo donde se puedan satisfacer las profundas necesidades vocacionales de estos trabajadores, que constituya un sector social de naturaleza muy peculiar”.
Isabel Cedrés / Alana Constenla
Bibliografía:
Jung, M. E. Derechas y Universidad en Uruguay. Entre la reacción y la modernización, 1958-1973. Tesis de Doctorado, UNQ, 2020.
Markarian, V. El 68 uruguayo. El movimiento estudiantil entre molotovs y música beat, Bernal, Argentina, UNQ, 2012.
París, B. La Universidad de la República desde la crisis a la intervención, 1958-1973, Montevideo, Udelar, 2010.
Romano, A. De la reforma al proceso. Una historia de la enseñanza secundaria (1955-1977), Montevideo, UdelaR, Ediciones Trilce, 2010.
Fuentes:
Actas del Consejo Directivo Central, Subfondo Institucional, AGU.
La Gaceta Universitaria, N° 10, Federación de Docentes: Enemigo de la enseñanza y de la Universidad, 1968.
La Gaceta Universitaria, N° 46, Una amenaza llamada COSUPEN, octubre 1969.
La Gaceta Universitaria, N° 48/49, Secundaria: el retorno a la oscuridad, abril/mayo 1970.
La Gaceta Universitaria, Suplemento: los informes al Congreso de la Educación y la Cultura, Tareas inmediatas para la defensa y el mejoramiento de la enseñanza pública y la investigación científica y para el progreso general de la cultura, abril 1970, pp. 41-42.