En 1960 se aprobó por primera vez en el Parlamento un presupuesto global para la Universidad, luego de que esta modalidad, que aseguraba la independencia financiera de la institución, fuera aprobada en 1957 (un año antes que la Ley Orgánica). También por primera vez se aprobó un presupuesto prácticamente sin aumento con respecto al del año anterior para la casa de estudios. Y por primera vez también, las distintas asociaciones de docentes dispersas en las escuelas y facultades se organizaron en un movimiento unificado para defender el presupuesto universitario.
A fines de 1959 cada servicio universitario envió al Consejo Directivo Central (CDC) su proyección presupuestal que, sumadas, daba un total de 157 millones de pesos para el primer año (el presupuesto era escalonado y aumentaba para 1962 y 1963). El CDC envió al Poder Ejecutivo un presupuesto reducido de 100 millones de pesos y éste a su vez, redujo aún más los montos de los Entes de enseñanza en el presupuesto enviado al Parlamento. Cuando el presupuesto salió de Diputados el 30 de junio, la cifra aprobada para la Universidad era de 88.5 millones de pesos para 1961.
El 20 de mayo, cuando el presupuesto todavía estaba en consideración en la Cámara de Diputados, el Movimiento Coordinador de Docentes Universitarios fue presentado oficialmente ante el Consejo Directivo Central por los secretarios provisorios Carlos Rama y José Luis Massera. El Movimiento tenía una amplia representación de las asociaciones de docentes que existían en los diferentes servicios, composición que fue variando a lo largo del año. El Movimiento no llegó a representar a la totalidad de las asociaciones, ya que no se integraron las de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración, la Asociación de Docentes de Clase de Facultad de Ingeniería y la de Docentes de Clase de la Facultad de Medicina. Para tener una idea del panorama de la pluralidad de asociaciones docentes existentes en ese momento se puede tomar el ejemplo de Medicina, donde existían tres asociaciones, de las cuales una permaneció alejada del Movimiento Coordinador.
El Movimiento Coordinador de Docentes Universitarios se conformó en torno a la defensa del presupuesto para que se “asegure el cumplimiento de las finalidades de docencia e investigación”. Uno de sus primeros pasos fue intentar incidir en el CDC para que un representante del Movimiento pudiera asistir a las reuniones entre delegados de la Universidad y la Comisión de Presupuesto del Senado. Sin un acuerdo unánime a la interna del CDC, se resolvió que se autorice a la Comisión de Presupuesto del CDC a ser acompañada por un miembro del Movimiento Coordinador, si lo creía conveniente.
El 2 de junio el Movimiento celebró su primer plenario en el Paraninfo, donde se invitó a un máximo de 10 docentes por asociación. En las resoluciones del Plenario se expresó que de aprobarse sin cambios el Presupuesto, se vería “comprometida la dignidad y aun la existencia misma de la Universidad de la República”. Allí se resolvió apoyar el presupuesto elaborado por la Universidad y realizar esfuerzos para lograr un accionar en conjunto con profesionales, estudiantes y funcionarios. También se exhortó al CDC, los Claustros y Consejos de cada Facultad a pronunciarse sobre el problema y adoptar medidas. Para entonces el Movimiento Coordinador era presidido por Carlos Rama y Ricardo Pérez era el secretario.
Entre fines de julio y fines de setiembre, representantes de la Universidad comenzaron a reunirse con la Comisión de Presupuesto del Senado para negociar aumentos en base al presupuesto aprobado por Diputados. El movimiento estudiantil, a través de sus representantes en el CDC insistía en que había que dirigirse al Senado con cifras concretas, que según sus cálculos debían sumar al presupuesto enviado por la Universidad en 1959 un 30% por inflación en el rubro gastos y 11% para sueldos. Esto les daba un total de 122.7 millones para 1961, aunque los cálculos posteriores dentro del CDC alcanzaban los 131.3 millones, cifra reclamada por el Movimiento Coordinador de Docentes Universitarios. Sin embargo, miembros del CDC como los decanos de Medicina Juan José Crottogini, de Arquitectura Aurelio Lucchini y de Ciencias Económicas y Administración Israel Wonsewer, expresaban que debían asistir a las reuniones defendiendo el presupuesto pero con ánimo negociador, sin atarse a cifras fijas.
Hacia fines de setiembre y ante el agotamiento de las negociaciones en el Parlamento, se iniciaron las huelgas de los gremios universitarios. Luego de una semana de paros de estudiantes y funcionarios y de enfrentamientos con la policía, el 20 de setiembre la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) no obtuvo permiso para realizar una manifestación por 18 de Julio luego de un acto en el Paraninfo. Ese día la FEUU decidió iniciar una huelga por tiempo indeterminado, que fue seguida las semanas siguientes por la Federación de Funcionarios de la Universidad de la República (FFUR) y el Movimiento Coordinador de Docentes Universitarios. Llamado al CDC para dar cuenta de la huelga universitaria, Ricardo Saxlund, en representación del movimiento docente, informó que la meta de lucha del Movimiento era 131 millones de pesos. A su vez, resaltaba la unidad dentro de Movimiento y su apoyo a las resoluciones del CDC y las de estudiantes y funcionarios en huelga.
Estas movilizaciones, que enfrentaron a los gremios universitarios con el gobierno del Partido Nacional, se produjeron en una coyuntura de agudización de los enfrentamientos de distintos sectores universitarios, donde el accionar de grupos de derecha fue incorporando métodos violentos. En esa línea, el 5 de octubre se produjo lo que se conoció en la época como el “asalto a la Universidad”, un episodio en que el Movimiento Estudiantil para la Defensa de la Libertad (un grupo anticomunista, con vínculos con sectores derechistas de los partidos tradicionales, así como con la Policía y la estación local de la CIA) intentó irrupmir con armas en el edificio cental de la Universidad en el contexto de la huelga.
A pesar de que el CDC y los movimientos universitarios se preparaban para una última ronda de negociaciones, el presupuesto fue aprobado por la Cámara de Senadores el 30 de octubre con 94 millones de pesos aprobados para la Universidad para el año 1961. El 31 de octubre el Movimiento de docentes suspendió la huelga, aunque definió ratificar el apoyo al presupuesto elaborado por el CDC y continuar la lucha. A su vez, decidió en asamblea elaborar un plan de acción y de propaganda y trabajar junto a los movimientos de estudiantes y funcionarios. La FFUR, por su parte, levantó la huelga el 4 de noviembre (sosteniendo la movilización), pero no así la Federación de Estudiantes, que mantuvo la ocupación iniciada ese mes del Edificio Central de la Universidad.
Las movilizaciones continuaron hasta mediados de noviembre, así como los intentos de negociación formal en el Parlamento. Sin embargo, el presupuesto se aprobó sin modificaciones en la Cámara de Diputados, quedando saldado definitivamente. Hacia el final de la discusión presupuestal, los gremios habían ganado protagonismo en la negociación mediante la participación de delegados propios, junto a los representantes del CDC en las reuniones en el Parlamento.
La discusión presupuestal de 1960 fue la oportunidad para la conformación de un ámbito de coordinación entre las distintas asociaciones de docentes que existían en las facultades y escuelas de la Udelar. Constituyó un hito en el proceso de conformación de una organización gremial del conjunto de docentes universitarios que encontraría otro mojón importante cuatro años después cuando se conformó la Federación de Docentes Universitarios, que funcionó hasta la intervención de la Universidad en 1973. La discusión presupuestal, el enfrentamiento con el Poder Ejecutivo y las necesidades de fortalecer a la posición universitaria en la negociación en el Parlamento parecen haber sido claves para la creación del Movimiento Coordinador. En esta etapa, en la organización docente no habría existido una identidad propiamente sindical, algo que se incorporaría posteriormente. En cambio, el tipo de reivindicaciones y de acciones que llevó a cabo el Movimiento Coordinador pueden ser entendidas en continuidad con el protagonismo de los docentes en la conducción universitaria que había tenido un impulso a partir de la instauración de los mecanismos de cogobierno creados por la Ley Orgánica de 1958. Si bien la memoria y la historiografía suelen privilegiar el protagonismo de las organizaciones estudiantiles, el ciclo que brevemente presentamos permite ver la coexistencia de organizaciones gremiales de docentes, funcionarios y estudiantes, cada una con identidades e intereses específicos, pero negociando y coordinando sus estrategias en algunas instancias claves de las discusiones presupuestales. En 1960 esto se dio con altos niveles de conflictividad con el gobierno y con movimientos de derecha que disputaron la orientación de la política universitaria, un asunto que movilizó a los docentes.
Lucía Secco / Lucas D’Avenia
Esta nota es un avance de la investigación en curso sobre la historia de la Asociación de Docentes de la Universidad de la República que se lleva a cabo en el Área de Investigación Histórica del Archivo General de la Universidad a partir de un convenio con ADUR. Para su realización fue consultado el siguiente conjunto de fuentes y bibliografía:
- Actas del Consejo Directivo Central, Subfondo Institucional, AGU.
- Repartidos del Consejo Directivo Central, Subfondo Institucional, AGU.
- Semanario Marcha (10 de junio de 1960 y 23 de setiembre de 1960).
- Jung, M. E. Derechas y Universidad en Uruguay. Entre la reacción y la modernización, 1958-1973. Tesis de Doctorado, UNQ, 2020.
- París, B. La Universidad de la República desde la crisis a la intervención, 1958-1973, Montevideo, Udelar, 2010.