Fotografía proporcionada por el Colegio Latinoamericano

Aportes para entender la historia de la psicología en el Uruguay

Incorporamos la biografía de Juan Carlos Carrasco a Historias Universitarias

Una vez más, gracias a la colaboración de especialistas, nuestro sitio Historias Universitarias crece. En esta oportunidad Jorge Chavez, docente de la Facultad de Psicología, ha elaborado la biografía de Juan Carlos Carrasco, una figura central del proceso de profesionalización de la Psicología en nuestro país.

La reseña biográfica de Carrasco es elocuente sobre su importante papel en el trabajoso proceso de consolidación de un espacio universitario dedicado al estudio y a la formación en psicología. Estuvo vinculado a emprendimientos intelectuales fundamentales para esta área desde la década de 1940, en las Facultades de Medicina y de Humanidades y Ciencias. Además de haber colaborado en la instalación de la Facultad de Psicología en la década de 1990, antes había dirigido el Instituto de Psicología de la Facultad de Humanidades en la década de 1960 y del Instituto de Psicología de la Udelar tras su retorno del exilio que lo llevó a Chile y a Holanda. Además tuvo un papel muy activo en la creación de instituciones científicas y educativas, directamente vinculadas a su actividad profesional en el ámbito de la psicología.

En ocasión de la actualización de la ficha biográfica de Carlos Vaz Ferreira, compartíamos información acerca del Archivo Vaz Ferreira, un archivo familiar que custodia un riquísimo acervo para la historia intelectual de nuestro país. Al compartir la incorporación de Juan Carlos Carrasco a Historias Universitarias, queremos dar a conocer otra iniciativa archivística también relevante para el campo de la historia intelectual, esta vez en relación a los saberes psi: el Espacio de Recuperación Patrimonial del Hospital Vilardebó y el proyecto de extensión universitaria “Construcción del archivo del Manicomio Nacional: historias de los que no tienen historia”.

El Espacio de Recuperación Patrimonial del Hospital Vilardebó es una iniciativa llevada adelante desde 2015 por un grupo de voluntarios que incluye usuarios del Hospital. Esta iniciativa viene trabajando en el rescate y conservación de un conjunto de documentación histórica relacionada con el funcionamiento del hospital psiquiátrico de referencia para pacientes agudos a nivel nacional. Allí se conservan 570 libros de ingreso con información de pacientes entre 1882 y 1972, 10.000 negativos fotográficos en soporte vidrio y triacetato de celulosa con fotografías de pacientes internados, más de 20.000 historias clínicas y documentación administrativa. Esto configura un acervo documental importantísimo para conocer cómo fueron las intervenciones sobre la locura en nuestro país.

El proyecto de extensión  “Construcción del archivo del Manicomio Nacional…” reunió a un grupo interdisciplinario que se propuso colaborar con el trabajo que se lleva adelante en el Espacio de Recuperación Patrimonial del Hospital. Además de realizar actividades de organización y conservación de la documentación, este proyecto busca, a través de la consolidación de un Archivo del Hospital, promover “el derecho a la memoria de sectores excluidos social, económica y culturalmente, así como contribuir a la recuperación del patrimonio histórico de los tratamientos de la locura en el Uruguay”.

Estas iniciativas en torno al rescate de la documentación histórica del Hospital Vilardebó, además de orientarse al ejercicio de los derechos de los usuarios, ofrecen perspectivas muy optimistas para el campo de estudios de la historia de los saberes psi en el Uruguay. Otra noticia en este sentido, fue la fundación del archivo histórico de la Asociación Psicoanalítica del Uruguay hace algunas semanas. En los últimos años, investigadores de distintas disciplinas han ofrecido nuevas miradas a ese pasado en diálogo con producción sobre otros casos nacionales que presenta un interesante dinamismo. Pensar los estudios sobre estos saberes y sus procesos de profesionalización, a partir de documentación de este tipo, permite, entre otras cosas, incorporar a los protagonistas más postergados de estas historias. En definitiva, iniciativas de este tipo ayudan a construir una historia intelectual más plural, compleja e interesante.

La biografía de Carrasco nos acerca, entonces, a la trayectoria de un universitario indudablemente inquieto, pero también a los derroteros de los procesos de profesionalización de la psicología. Se trata de procesos protagonizados por élites profesionales, pero también por pacientes que en muchos casos conjugan la locura con la pobreza. En general, los procesos de profesionalización no son lineales y están atravesados a la vez por la dinámica histórica de los campos de conocimiento y de la vida social y política del país; tienen que ver con disputas en la comunidad local, pero también están fuertemente afectados lo que sucede fuera de fronteras; tampoco son historias exclusivamente universitarias, ya que intervienen otras instituciones públicas y privadas, como queda de manifiesto en el recorrido que propone Chavez por la vida de Carrasco. Ese recorrido se inicia en el barrio Reducto, donde Carrasco nació y donde tempranamente se vinculó al Hospital Vilardebó siendo estudiante; en ese barrio hoy un grupo de voluntarios y de universitarios, trabajan por el derecho a la memoria.

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