Antonio Grompone
Hace aproximadamente un mes, cuando supimos de la llegada del COVID-19 al país, la Udelar fue uno de los primeros organismos en tomar medidas para evitar la propagación del virus. En principio, la decisión fue suspender las clases durante dos semanas y restringir las reuniones o eventos con un número elevado de asistentes. Con el paso de los días, teniendo en cuenta las experiencias de otros países y el desarrollo de la situación en Uruguay, se informó que las clases presenciales estarían suspendidas durante todo el primer semestre del año académico.
A pesar de las circunstancias que imposibilitan el funcionamiento usual de la Udelar, el rector Rodrigo Arim informó que la institución se ha mantenido activa y en movimiento para adaptarse a la situación: se anunció que la suspensión de las actividades presenciales no impedirá que los cursos avancen durante el semestre, sino que se mantendrán las clases a través de plataformas digitales. Esto representa un gran desafío para los docentes, que durante las últimas semanas han trabajado para buscar nuevas dinámicas que permitan continuar con las clases y se han dedicado además a la tarea de adaptar los programas de estudio a esta nueva situación. De un total de 168 ofertas de grado, más del 70% ya tienen aulas virtuales con actividades adaptadas a las plataformas virtuales, para que los estudiantes puedan avanzar.
La enseñanza universitaria ha sido objeto de reflexión e investigación sistemática en la Udelar en distintos momentos de su historia. Una figura clave de lo que él mismo denominó “pedagogía universitaria”, fue Antonio Grompone. Hemos incorporado la ficha de Grompone en nuestro sitio Historias Universitarias, quien tuvo una prolífica trayectoria en diversos ámbitos: la abogacía, la dirección de organismos públicos y la docencia en diferentes ámbitos. Grompone enseñó en Secundaria, en el Instituto Normal, en el Instituto de Profesores y en la Facultad de Derecho, donde llegó a ser Decano. A lo largo de su vida asistió a importantes transformaciones del sistema educativo, especialmente en el nivel medio: fue durante el período que actuó como docente de Secundaria que la matrícula de ese organismo creció aceleradamente y que se creó un consejo autónomo separando Secundaria de la Universidad.
En sus últimos años de vida Grompone promovió y lideró el proceso de construcción institucional del primer instituto dedicado a la formación de profesores para ese nivel educativo en el país. La institucionalidad de la formación de los docentes del sistema educativo no universitario por estas horas también está en discusión en la agenda pública. La Ley de Urgente Consideración que el Poder Ejecutivo elevó el pasado 23 de abril al Parlamento contiene un artículo -el 197- que busca introducir cambios en esta materia. Sobre la oportunidad de discutir un proyecto de ley de este tipo en el contexto de la pandemia de COVID-19, se pronunció recientemente el Rector de la Udelar. En el mes de febrero, el Consejo Directivo Central, por unanimidad, había aprobado una declaración en la que se cuestionaba la introducción de modificaciones sustantivas en el funcionamiento del Sistema Nacional de Educación Pública mediante una ley de urgente consideración.
Por estas horas la reflexión crítica sobre las prácticas de enseñanza, sobre sus aspectos didácticos, pero también sobre el sentido de la formación universitaria cobran una nueva importancia; la agenda de problemas y desafíos se ha ensanchado a partir de la necesidad de resolver la continuidad de las clases a distancia mediante tecnologías de la información y la comunicación. Pero las circunstancias políticas también han vuelto necesario pensar sobre otros asuntos que hacen a cambios de mediano y largo plazo en los distintos niveles del sistema educativo.
Foto extraída de www.grompone.org