Cuatro meses de zozobra y una colección de afiches

El 27 de junio de 1973, con el golpe de Estado, se concretó la escalada autoritaria que venía viviendo el país desde hacía varios años. Más allá de las valoraciones de analistas y protagonistas sobre ese camino al autoritarismo, tan característico de Uruguay, lo cierto es que la caída del parlamento abrió un período inédito, signado por más represión y un rebrote inmediato de las respuestas opositoras. Ese mismo día comenzó la huelga general de la Convención Nacional de Trabajadores en rechazo a la recién instalada dictadura, que duró dos semanas.

En la Universidad de la República, el golpe inició una etapa muy particular. Las acciones represivas y las malas relaciones con el gobierno ya venían entorpeciendo el funcionamiento académico. La situación empeoró en la nueva coyuntura. Sin embargo, la institución trató de seguir cumpliendo con sus funciones básicas y mantener sus operativas para hacer frente a los graves acontecimientos que se sucedían día a día. En ese clima, el 12 de setiembre de 1973, según estaba previsto, se celebraron elecciones para todos los organismos del cogobierno como había establecido la Ley Orgánica de 1958. Luego de publicados los resultados, cuando se supo que en todos los casos habían ganado las listas gremiales opositoras a la dictadura (en todos los órdenes por arriba del 80% de las adhesiones), el gobierno de Juan María Bordaberry decretó finalmente la intervención de la casa de estudios, nombrando decano interventor al nuevo Ministro de Cultura, Edmundo Narancio.

La medida se estaba esperando pero el motivo inmediato fue la explosión en la Facultad de Ingeniería de una bomba que estaba manipulando el militante estudiantil Marcos Caridad Jordán, muerto en el acto. El 28 de octubre, con el decreto de intervención, comenzó formalmente un largo período de excepción de la vida universitaria, signado por la pérdida total de su autonomía del poder político, que duró casi doce años. De lo sucedido en esa década larga sabemos todavía relativamente poco más allá de la denuncia y el alegato. Algunas pistas aparecen en la bibliografía que adjuntamos a estas líneas y otras podrían rastrearse en los fondos documentales pertinentes que preservamos en el AGU: desde la documentación producida en Oficinas Centrales, hasta los expedientes de destitución de cientos de docentes y no docentes por motivos políticos de la Dirección General Jurídica, pasando por los tomos del convenio con el Banco Interamericano de Desarrollo para reorganizar la institución a fines de los setenta. También podríamos observar las consecuencias de las prácticas represivas en las trayectorias de tantos universitarios destacados cuya documentación está disponible en nuestros Archivos Privados. Para muestra, sólo dos ejemplos de los muchos que podríamos citar: la prisión del decano de Ingeniería Julio Ricaldoni y el exilio del ex rector Óscar Maggiolo.

Ya está disponible la galería virtual que se irá actualizando a medida que avance el ciclo

Hoy queremos hablar del paréntesis de zozobra y espera que vivieron los universitarios durante los cuatro meses transcurridos entre el golpe y la intervención. Claro que las opiniones no eran uniformes: muchos sentían temor por lo que podía venir; otros bronca y rebeldía ante lo que estaba pasando; no pocos tenían expectativas de que se pusiera fin a la disrupción que endilgaban a una dirigencia demasiado involucrada en la resistencia al autoritarismo. Los integrantes del cogobierno, empero, parecían coincidir en su rechazo al nuevo gobierno y en una firme voluntad de demostrar que “la Universidad sirve al país”. Así rezaba el afiche que lanzó el ciclo de conferencias titulado “El Uruguay de 1973: Aportes de la Universidad”, que comenzó en agosto con el objetivo de transmitir una imagen positiva del papel de la institución en esa coyuntura crítica, un tema gran de preocupación del rector Samuel Lichtensztejn desde su elección a mediados de 1972.

En los próximos meses, acompañando el calendario de esas charlas y actos culturales de 1973, trataremos de seguir ahondando en estas formas menos conocidas en que nuestra institución se plantó frente al gobierno autoritario. Lo haremos a través de una notable colección de afiches producida por la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) para ese ciclo de divulgación. Hoy publicamos la primera de esas serigrafías de gran tamaño (80 x 58 cm). La serie, que iremos compartiendo a partir de agosto al compás de las actividades celebradas en 1973, nos permitirá acercarnos a las formas expresivas que circulaban en el ambiente artístico de la época, desde el op art y otras corrientes no figurativas hasta alguna incursión en temáticas históricas. Se trata, en todos los casos, de obras de tiraje masivo, a tono con la visión predominante en la época en la ENBA de producir un arte que pudiera “recuperar su responsabilidad social” y llevar “los campos experimentales hacia el contacto popular” (Una experiencia educacional: ENBA, 1960-1970, Montevideo: Udelar, 1970). De las relaciones entre esa postura, una interna universitaria plural y no exenta de conflictos, y una coyuntura nacional cada vez más crítica seguiremos hablando en cada entrega de esta colección de afiches que hoy iniciamos.

Agosto

Apertura del ciclo “El Uruguay de 1973: Aportes de la Universidad”; conferencia del rector Samuel Lichtensztejn.

Conferencias de Juan Pivel Devoto y Blanca París de Oddone sobre formación histórica del país y vigencia del ideario artiguista.

Conferencia de Víctor Bartullo sobre recursos pesqueros.

Conferencia de Óscar Maggiolo sobre energía y desarrollo nacional.

Setiembre

Conferencias del Alberto Abete y Óscar Nogueira sobre transporte

Conferencias de Carlos Hareau y Conrado Petit sobre vivienda.

Conferencias de Washington Vignolo sobre nutrición y de Hugo Villar sobre salud y atención médica.

Feria de libros universitarios.

Octubre

Conferencia de Ramón Leal sobre el Estado de derecho.

Conferencias Carlos Martínez Moreno y Américo Plá Rodríguez sobre libertades públicas y sindicales.

Conferencia de Alberto Couriel sobre aspectos económicos de la coyuntura.

Mesa de cierre (“Hacia la construcción de un destino nacional y popular”) con Samuel Lichtensztejn, Hugo Villar, Washington Vignolo, Alberto Couriel, Álvaro Díaz y Ruben Yáñez.

Concierto dirigido por Héctor Tosar.

Sugerencias bibliográficas

Vania Markarian, “La Universidad intervenida: Cambios y permanencias de la educación superior uruguaya, 1973-1984”, Cuadernos Chilenos de Historia de la Educación 4 (2015). Disponible en http://historiadelaeducacion.cl/index.php/CCHE/article/view/58

Blanca París de Oddone, La Universidad de la República desde la crisis a la intervención, 1958-1973 (Montevideo: Universidad de la República, 2010).

Álvaro Rico, La Universidad de la República desde el golpe de Estado a la intervención: Cronología de hechos, documentos y testimonios, junio a diciembre de 1973 (Montevideo, Universidad de la República, 2003).