Hoy agregamos al sitio de Historias Universitarias la ficha de quien fuera director del Departamento de Televisión Universitaria a partir de 1966, Walter Rodríguez Veiga. Esta designación tiene una historia. En el año 1963 el SODRE le había ofrecido a la Universidad un espacio en el canal estatal próximo a salir al aire. A pesar de la buena acogida inicial de la propuesta a la interna del Consejo Directivo Central, el espacio no fue ocupado inmediatamente por problemas presupuestales.
El primer proyecto concreto de televisión fue realizado Horacio Arturo Ferrer en 1965. Ferrer se destacó como historiador del tango, compositor y escritor, creando obras junto a Astor Piazzolla como “Balada para un loco”. En sus inicios, trabajó como funcionario en la Universidad e incursionó en la radio y televisión con programas sobre tango. Puesto al frente del plan televisivo, Ferrer planificó treinta programas orientados exclusivamente a la difusión de las actividades universitarias, con uno para cada una de las facultades y servicios y otras once entregas temáticas, relacionadas con la historia de la Universidad, las funciones de investigación y extensión y los problemas enfrentados por la casa de estudios.
Sin embargo, a la interna del CDC prevalecieron las posiciones que buscaban que fuera el propio consejo el que decidiera sobre los contenidos de las emisiones. Esto motivó la renuncia de Ferrer el 27 de setiembre de 1965 y un nuevo aplazamiento del inicio de los ciclos. Al año siguiente, con una comisión de Televisión Universitaria a la interna del CDC que realizaría la planificación de los contenidos, integrada por un representante de cada orden (estudiantil, docente y egresados), se realizó un llamado a concurso para ocupar el cargo de director del Departamento de Televisión Universitaria. El concurso fue ganado por Walter Rodríguez Veiga, quien fue director de ese servicio y conductor de los programas hasta su destitución, luego de la intervención de la Universidad en octubre de 1973.
Rodríguez Veiga había iniciado su carrera en los medios de comunicación a inicios de la década del cincuenta, como comentarista de cine en el programa “Crónicas del continuado” de Radio Sport. En la década del sesenta, a su vez, se incorporó a la televisión como locutor de Canal 10 y más adelante tuvo un cargo de gestión en la gerencia de Canal 12.
El primer ciclo piloto de Televisión Universitaria se emitió en diciembre de 1966. Se trató de un conjunto de seis programas sobre la Universidad, desplegando la oferta de carreras y destinado a los estudiantes que ese año terminaban secundaria. Del primer programa participó el Rector Óscar Maggiolo con una introducción a la historia de las universidades en el mundo.
En marzo del año siguiente comenzaron los programas regulares siguiendo la misma estructura que tendrían hasta el final del período. El formato consistió en ciclos de cuatro o cinco entregas en torno a un tema. Para cada ciclo se invitaba a un docente, instituto o grupo de docentes que planteaba la temática en una conversación con el conductor y director del Departamento. Los docentes debían redactar sus exposiciones como una clase, que luego de tres o cuatro reuniones con Rodríguez Veiga se traducía en un guión. El guión simulaba una charla casual, pero todo estaba perfectamente guionado. Finalmente, se realizaba un ensayo cronometrado para practicar las preguntas y respuestas con el conductor y el sincronismo de las imágenes de apoyo. Estas imágenes podrían ser diapositivas, dibujos, gráficos y, en ocasiones, filmaciones.

En relación a los contenidos, el formato que salió al aire, al igual que el de Ferrer, incluyó programas estrictamente institucionales, ya sea para informar sobre las características de la casa de estudios y mejorar su imagen pública, como para tratar temas de coyuntura universitaria relacionadas con el enfrentamiento con el poder político que caracterizó esos años. Además de estos temas, tuvieron fuerte presencia ciclos educativos y pedagógicos entre los que predominaban programas sobre salud y prevención, así como ciclos que trataban los problemas de desarrollo nacional y las soluciones dadas por la Universidad para salir del estancamiento.
Cabe señalar que los programas se realizaban en vivo, por lo cual no existen filmaciones de los mismos. A su vez, no se han encontrado archivos con la grabación sonora de las audiciones ni las filmaciones realizadas para ser emitidas en los programas, por lo que la reconstrucción se puede hacer de forma parcial, únicamente en base a informes, notas de prensa, guiones y fotografías. En breve publicaremos otra nota que ahonda en algunos de estos programas realizados luego del golpe de Estado de 1973.
Lucía Secco
Por más información: Lucía Secco, “Televisión universitaria: La Udelar como posible actor mediático” en Georgina Torello e Isabel Wschebor (eds.), La pantalla letrada: estudios interdisciplinarios sobre cine y audiovisual latinoamericano (Montevideo: Espacio Interdisciplinario, Udelar, 2016).